Núñez de Balboa -De polizón a Gobernador-
Núñez de Balboa, acosado por las deudas, viajó de polizón, con su perro Leoncico, escondido en un tonel. Descubierto en alta mar, estuvo a punto de ser abandonado en una isla desierta por Fernández de Enciso, quien finalmente, a ruegos de los tripulantes, le permitió continuar viaje.
Vasco Núñez de Balboa, nació en el pueblo de Jerez de los Caballeros, Badajoz, en torno a 1475. Entró a trabajar como criado en casa de Pedro Puertocarrero, señor de Moguer, donde se educó en letras, modales y armas. Parece que era buen espadachín. Bartolomé de las Casas lo describió como “bien alto y dispuesto de cuerpo, y buenos miembros y fuerzas, y gentil gesto de hombre muy entendido, y para sufrir mucho trabajo”.
Hacia 1500 se trasladó a Sevilla y allí se enroló como escudero en la expedición organizada por Rodrigo de Bastidas y el cartógrafo Juan de la Cosa.
Ese viaje de exploración partió de Cádiz hacia marzo de 1501, llegaron a Coquibacoa o la Guajira, desde donde navegaron durante cinco meses hacia occidente, descubriendo las actuales costas atlánticas de Colombia y Panamá, desde el golfo de Urabá hasta un punto desconocido, situado a unas 150 millas del golfo del Darién.
Al terminar el viaje, Balboa se quedó en la isla de La Española. Es probable que participara en la conquista que en esas fechas llevó a cabo Nicolás de Ovando, pues accedió a un reparto de tierras en Salvatierra de la Sabana, población que ayudó a fundar. Allí inició un negocio de cría de cerdos que le fue muy mal.
Huyendo de sus acreedores, marchó a Santo Domingo, lugar en que se hallaba en 1509, buscando la forma de salir de la isla. Por aquel entonces, el bachiller Martín Fernández de Enciso estaba preparando una expedición de apoyo a su socio Alonso de Ojeda que ya había partido hacia el golfo de Urabá. Poco antes de la partida, consiguió introducirse en una de las naves, escondido en el interior de un tonel, su perro Leoncio viajaba con él.
Su estratagema fue descubierta en plena travesía y, tal como era costumbre con los polizones, Enciso pretendió abandonarlo a su suerte en una isla, pero finalmente se le perdonó y pudo continuar viaje.
La flotilla siguió rumbo al golfo de Urabá hasta encontrarse con lo que quedaba de la expedición de Alonso de Ojeda, que, acosado por los indios, había fracasado en el intento de fundar un asentamiento al que llamaron San Sebastián de Urabá.
Enciso convocó entonces una junta para decidir si regresaban a La Española, resistían a los indios o buscaban otro paraje para poblar. En plena deliberación pidió la palabra Vasco Núñez de Balboa para decir algo parecido a esto que transcribió el Bartolomé de las Casas:
“Yo me acuerdo, que los años pasados, viniendo por esta costa con Rodrigo de Bastidas a descubrir, entramos en este Golfo, y a la parte de occidente, a mano derecha, según me parece, salimos en tierra y vimos un pueblo de la otra banda de un gran río, que tenía muy fresca y abundante tierra de comida, y la gente de ella no ponía hierba (veneno) en sus flechas”.
Todos, de acuerdo en que era una buena solución, dejaron 65 hombres en San Sebastián y el resto siguió hasta el lugar que indicaba Núñez de Balboa, que encontraron al otro lado del golfo, junto a un río de nombre Darién.
La provincia estaba dominada por el Cemaco, cuyos guerreros fueron vencidos por Enciso y sus hombres. Sobre los restos de casas y chozas, procedieron a establecer una población a la que llamaron La Guardia en noviembre de 1510. No hubo fundación formal de la ciudad, el cronista Fernández de Oviedo asegura que unos meses más tarde, Balboa decidió bautizarla con el nombre de Santa María de la Antigua del Darién.
Enciso ejerció provisionalmente el mando, pero se enemistó pronto con sus hombres por prohibirles comerciar con oro, bajo pena de muerte, negándose a repartir el botín capturado a los naturales, ya que le correspondía hacerlo al gobernador que no era otro que Alonso de Ojeda.
Balboa aprovechó la ocasión para minar su autoridad, pidiendo la creación de un Cabildo que, finalmente, se reunió, siendo elegidos como alcaldes Vasco Núñez de Balboa y Benito Palazuelos. El Cabildo se apoderó de los barcos y empezó a actuar como la máxima autoridad local. Protestó Enciso, argumentando que representaba al gobernador Ojeda, de quien era alcalde mayor, pero nadie le hizo caso por no poder presentar su nombramiento al haberse perdido en el naufragio de la nao.
Un tiempo después, llegó a Santa María la Antigua Rodrigo de Colmenares, que viajaba en auxilio de su jefe, Diego de Nicuesa, quien debía encontrarse en algún lugar situado al oeste del golfo de Urabá. En la ciudad no se sabía nada de Nicuesa y Colmenares continuó por la costa panameña tras el rastro de su gobernador que encontraría más tarde en Nombre De Dios.
Nicuesa, al saber que existía Santa María la Antigua, decidió reclamarla como parte de su gobernación. Tardó mucho en llegar hasta allí y se le anticiparon las noticias de sus desastres; la gente temía que quisiera hacerse dueño de cuanto habían conseguido obtener de tierras e indios, por lo que el Cabildo de Santa María se juramentó para no recibirle como gobernador.
Cuando Nicuesa llegó a Santa María se le conminó a no desembarcar y a retirarse. Tras muchos incidentes, fue obligado a reembarcarse el 1º de marzo de 1511; en una pequeña embarcación, puso rumbo a La Española, donde pensaba reclamar sus derechos, pero murió en el naufragio de su nave en alta mar.
Enseguida empezaron las disputas entre los que gobernaban Santa Maria la Antigua: Enciso se enfrentó a su gente con exigencias que se le negaron; antes al contrario se le acusó de usurpación de autoridad y tentativa de apropiación indebida. Se le puso en libertad, pero Enciso decidió ir a España para reclamar sus derechos. Embarcó en la carabela de Colmenares el 4 de abril de 1511.
Consecuencia de esto último fue que el virrey Diego Colón reconociera
a Vasco Núñez de Balboa el título de gobernador interino del Darién,
desconociendo los derechos de Enciso.
Lo mismo haría luego el Rey por Cédula de 23 de diciembre de 1511,
en espera de nombrar gobernador en propiedad.
Vasco Núñez de Balboa había quedado como la única autoridad
del Darién desde el 4 de abril de 1511,
Otras entradas de Núñez de Balboa:
Núñez de Balboa -El Mar del Sur-
Santa Maria la Antigua del Darién
Fuente:
*Un océano para los reyes de España
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