Yañez Pizón y Díaz de Solís -A la búsqueda de Catay-
El 23 de marzo de 1508, con motivo de una junta general de pilotos, se firmaba en Burgos una capitulación con el encargo de encontrar el paso hacia Oriente por Occidente que Colón no había conseguido llevar a buen término. Fue otorgada a Vicente Yáñez Pinzón conjuntamente con Juan Díaz de Solís.
Juan Rodríguez de Fonseca, considerado el más notable impulsor de los descubrimientos españoles, tenía conocimiento de una teoría expuesta por Colón después de su cuarto viaje. El almirante situaba las tierras de Catay y de Zipango en un área muy cercana a la costa de Veragua.
Con ese motivo, se buscaron hombres experimentados en viajes anteriores, Vicente Yañez Pinzón, sin duda, reunía los requisitos para enfrentarse a ese desafío. No solo capitaneó una de las carabelas en el viaje de descubrimiento, sino que, navegando hacia el sur, había recorrido las costas de las tierras que más adelante serían el Brasil. Junto a él, iba a navegar un marino hasta entonces desconocido, Juan Díaz de Solís. Ambos firmaron la encomienda para descubrir nuevas tierras y buscar el paso que dividía Oriente de Occidente
En torno a este nuevo hombre, Díaz de Solís, no se conoce su origen cierto, pero en 1508, se le sitúa viviendo en el pueblo de Lebrija, Sevilla. En ese año es solicitada su presencia en la junta general de Burgos para unirse a Yáñez Pinzón en su nuevo viaje de descubrimiento.
A bordo de una carabela y una nao, Pinzón y Solís irían acompañados por el entonces muy prestigiado piloto, Pedro de Ledesma, quien había acompañado a Colón en el que fue su cuarto viaje y, por tanto, había recorrido con él las costas de Centroamérica por donde se suponía el cruce hacia Oriente.
Los historiadores piensan que la región recorrida en este viaje está descrita en el primer mapa impreso de América, publicado por el cronista Mártir de Anglería, siendo su autor Juan Rodríguez de Fonseca. Al margen de polémicas sobre quién fue el autor o la fecha de la confección de este mapa, parece que fue realizado en torno a 1514, y de él se ha tratado de extraer un contorno para la reconstrucción de este viaje.
La pequeña flota de Pinzón y Solís recorrió la fachada del Sureste de la península de Yucatán, entrando en el golfo mexicano. La reconstrucción de dicho viaje se hizo con base en las aclaraciones hechas por los testigos de primera mano. Así, se cree que recorrieron las Costas de Honduras, Guatemala, Belice y México en la facha del sureste de la Península de Yucatán, sin llegar a doblar el cabo Catoche; pues hasta algunos años más tarde no se conocería la existencia de una península.
Yañez Pinzón en las probanzas que tuvieron lugar con motivo de los pleitos colombinos de 1513, describía el viaje realizado, afirmando que descubrieron:
“desde la isla de guanaxa fasta la provincia de Camarona; yendo la costa de luengo fasya el oriente está otra provincia que se llama Chabañin e Pintigua, que descubriola este testigo e Juan Solis, e que asi mismo descubrieron yendo la costa de luengo, una gran baya que le pusieron la Gran baya de la Navidad, e que de allí descubrió este testigo las syerras de Carya e otras tierras demas adelante, e que a estas provincias nunca el dicho don Cristóbal Colón ni otro por él llegó”.
A su vuelta, el viaje fue considerado un absoluto fracaso. Ya en su paso por la isla de La Española tuvieron problemas con quien era por aquel entonces gobernador, Nicolás de Ovando. Al llegar a la península, en agosto de 1509, se abrió proceso contra los dos marinos, acusándoles de haber hecho negocios particulares en una expedición patrocinada por la Corona. Fueron encarcelados, pero, tras realizarse ciertas aclaraciones en torno a la carga que portaron, se resolvió favorablemente el pleito, y don Fernando ordenó a la Casa de la Contratación que empleara a Pinzón, mientras que nombraron a Ledesma piloto de la Casa de la Contratación.
Vicente Yáñez Pinzón enfrentó de esta manera la última etapa de su vida estableciéndose en Sevilla, en donde se ocupó de asuntos económicos, tanto propios como de la Casa de Contratación, intervino en algunos problemas de espionaje de las naves portuguesas y testificó en asuntos relacionados con el tercer viaje de Colón en los pleitos colombinos.
A pesar de todo, en 1514 estaba dispuesto a participar en un nuevo viaje. El rey Fernando el Católico le pidió personalmente que ayudase en una nueva expedición bajo la dirección de Pedraias Dávila. Aceptó el encargo participando en los preparativos de la carabela Santi Spiritus de la que era capitán. Pero antes de la partida, se sintió enfermo y escribió al Rey, quien, mediante carta fechada el 14 de marzo de 1514 le pidió que no embarcase. Pinzón se trasladó a Sevilla, donde moriría pocos meses más tarde.
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