Francisco de Vitoria -Un Pensamiento Universal-
|

Francisco de Vitoria -Un Pensamiento Universal-

 A Francisco de Vitoria se le considera el fundador y pilar de una corriente teológica, filosófica y jurídica que surgió como respuesta a los grandes desafíos del siglo XVI: las guerras europeas y el descubrimiento de un Nuevo Mundo, con toda la problemática que implicaba sobre hombres y territorios.
Años más tarde, esta corriente sería reconocida como una unidad de pensamiento basada en la razón y en la moral cristiana, y pasaría a conocerse como la Escuela de Salamanca.

«El punto de partida de su doctrina está en su concepto del hombre como ser racional, libre y social, y al mismo tiempo imagen y semejanza de Dios. Ahí radica toda su dignidad, su eminencia por encima de toda opresión, su tendencia al máximo desarrollo de su personalidad individual y social, la fuente de todos sus derechos y deberes y el mismo origen del poder o autoridad entre los hombres».
Ramón Hernández Martín, OP

 

Francisco de Vitoria -Un pensamiento universal-
Francisco de Vitoria -Un pensamiento universal-

De su pensamiento y su doctrina personal, Francisco de Vitoria no dejó nada por escrito. Fueron sus alumnos quienes tomando notas en sus clases fueron formulando lo que serían más tarde las famosas relecciones.

Las relecciones eran clases extraordinarias o conferencias académicas que los catedráticos de la universidad de Salamanca estaban obligados a dar anualmente ante el gremio universitario. Debían versar sobre uno de los temas más importantes, o de mayor actualidad de la materia que explicaban durante el año académico en curso.

A lo largo de su carrera en Salamanca, Francisco de Vitoria pronunció quince relecciones. Todas se conservan excepto la primera y la última.

Seis de la relecciones se ocupan sobre los principios que rigen las relaciones entre unas sociedades y otras:
  • El poder civil, de 1528. Vitoria afirma que el poder político proviene de Dios, pero es dado al pueblo, no directamente a los gobernantes. La comunidad es la depositaria natural de ese poder y puede delegarlo para buscar el bien común. El gobierno solo es legítimo si actúa conforme a la razón, la ley natural y el interés de todos. Si un gobernante se convierte en tirano, el pueblo tiene derecho a resistirlo o deponerlo. Así, Vitoria defiende una visión ética y racional del poder civil, anticipando ideas del pensamiento político moderno.
  • El poder de la Iglesia, de 1532.  Sostiene que la Iglesia, aunque instituida por Cristo, no tiene poder político o civil directo sobre los reinos y gobiernos del mundo. Su autoridad es espiritual y moral, dirigida al bien de las almas y al gobierno de la fe.
  • El poder de la Iglesia, de 1533. En un tiempo donde se creía que el Papa tenía poder sobre todo, Vitoria defiende una separación equilibrada entre Iglesia y Estado, basada en la justicia y la razón.
  • El poder del papa y del concilio, de 1534. Vitoria ofrece una vía intermedia entre el absolutismo papal y el conciliarismo radical. Defiende que la Iglesia debe guiarse por la verdad, la justicia y la participación colegiada, no por el poder concentrado.
  • Sobre los indios, de enero de 1539. Afirmar la dignidad y los derechos naturales de todos los pueblos, cristianos o no, y al subordinar tanto al poder civil como al eclesiástico a unos principios universales de justicia y razón.
  • Sobre el derecho de la guerra, junio de 1539. Presenta un modelo ético-jurídico que condiciona el uso de la fuerza al servicio del bien común.
Tres de ellas abordan materias del curso explicado en las aulas, pero Vitoria logra dotarles de actualidad en sus principios y aplicaciones:
  • Del matrimonio, de enero de 1531. Consecuencia de la solicitud de divorcio de Enrique VIII de Inglaterra, con el peligro inminente del cisma anglicano.
  • De la simonía, de junio de 1536. Entendiendo como tal la compra o venta deliberada de cosas espirituales, como los sacramentos y sacramentales, o temporales inseparablemente anejas a las espirituales, como las prebendas y beneficios eclesiásticos.
  • De la templanza, o del uso de las comidas. En ella hace una ampliación a los problemas de las Indias y habla en su conferencia sobre la licitud de comer carne humana en caso de extrema necesidad, evocando lo que se decía del Nuevo Mundo: la existencia de caníbales y el ofrecimiento de víctimas humanas a sus dioses, comiendo de esos sacrificios. 
Las Cuatro restantes tienen carácter teológico:
  • Sobre el aumento de la caridad, del 11 de abril de 1535. Entre otras consideraciones, sostiene que la caridad no es estática: el cristiano está llamado a crecer constantemente en ella. El amor verdadero hacia Dios se refleja en el servicio al prójimo y en la construcción de una sociedad más justa.
  • De lo que está obligado a hacer el que llega al uso de razón, de junio de 1535. Aun siendo menos conocida que otras, tiene una gran carga antropológica y ética. Sienta las bases para una teología moral centrada en la responsabilidad personal desde el despertar de la conciencia, en diálogo con la razón y la gracia.
  • Sobre la magia, del 18 de julio de 1540. Aunque no niega la existencia del demonio ni el pecado, Vitoria aporta una visión moderada, racional y jurídica, frente a los excesos represivos del siglo XVI. No se deja llevar por el miedo o el fanatismo. Supone una obra excepcional de equilibrio entre fe y razón, y muestra la madurez intelectual de Vitoria. Defiende la ortodoxia sin caer en el oscurantismo, y protege tanto la integridad doctrinal como la dignidad humana.
  • Sobre el homicidio, de junio de 1530. Es un texto profundamente ético y jurídico. Después de distinguir los distintos tipos de homicidio, Vitoria no solo argumenta en favor del respeto a la vida, sino que también limita con rigor el uso de la violencia por parte de individuos o instituciones. Fue una obra de gran impacto para el pensamiento jurídico posterior, anticipando principios de derecho penal moderno.
  • Internacionalmente, se le considera el fundador del Derecho Internacional moderno. Sobre él se sentaron los pilares de la Sociedad de Naciones y de la Unión Internacional de Naciones (la ONU).
Francisco de Vitoria -Un Pensamiento Universal-
La Lección de Salamanca -Josep Maria Sert-
Francisco de Vitoria fue una mente privilegiada capaz de elevarse por encima del tiempo y del espacio.  Su pensamiento, siglos después, continúa siendo un punto de referencia para la consecución de un ideal de convivencia capaz de abarcar a todo el orbe, a toda la familia humana dispersa. 
«El género humano tuvo derecho a elegir un solo jefe al principio, antes de hacerse la división de los pueblos; luego también lo puede hacer ahora, pues este poder, como derecho natural no desaparece” (Sobre el poder civil, n. 14).

Algunas Fuentes: RAH: Francisco de Vitoria 

Francisco de Vitoria. Vida y pensamiento internacionalista

Amazon

 

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *