Francisco Fajardo -Mestizo Guaiqueri-
Francisco Fajardo fue, para unos, un pionero mestizo que intentó mediar entre dos mundos; para otros, un conquistador más. Algunos historiadores destacan su papel como símbolo temprano del mestizaje y de la mezcla cultural en Venezuela. Sin duda, es un personaje clave y, al mismo tiempo, ambiguo.
Francisco Fajardo, nacido en 1524, era hijo de Isabel, una india guaiquerí de la isla de Margarita, y de un conquistador español llamado Francisco Fajardo el Viejo, conocido como el Teniente, quien llegó a ser autoridad en la isla. Allí le tocó defender Margarita y la cercana Cubagua del ataque del pirata hispano-francés Diego de Ingenios, que en 1528 protagonizó uno de los primeros asaltos piráticos registrados en el Caribe. En aquella ocasión, el Viejo Fajardo, junto a medio centenar de guaiqueríes —vasallos de Isabel, su mujer—, se lanzó al mar a bordo de varias curiaras y, armados con flechas envenenadas, atacaron el buque pirata La Rochelle, forzándolo a retirarse.
“Doña Isabel la India se decía
Señora principal, mujer bastante,
A quien grande respeto se tenía
Toda la tierra firme circunstante”
— Juan de Castellanos, Elegía de Varones Ilustres
Tiempo después, tras fracasar en la administración de la región, Francisco Fajardo el Viejo huyó a España, dejando a Isabel en Margarita. Ella se casó de nuevo con otro español, Alonso Carreño, con quien tuvo dos hijos más: Alonso y Juan, que serían compañeros de aventuras de su hermano mayor.
Con estos antecedentes de doble herencia, Francisco Fajardo hijo actuó como intermediario entre los conquistadores
y los pueblos indígenas del centro-norte de Venezuela.
Inició una primera expedición de carácter comercial desde la costa hasta el valle de Caracas, donde fue bien recibido por los nativos al reconocer su origen común. Dos años después, en 1557, regresó con una segunda incursión, que, como la anterior, carecía de permiso oficial. Por ello tuvo que solicitar al gobernador Gutiérrez de la Peña el título de capitán poblador.

Una vez legalizada su empresa, fundó en 1560 una humilde villa en el interior de un valle habitado por los indios que los españoles llamaban caracas, nombre tomado de una planta local. Allí fomentó la cría de ganado, aprovechando la abundancia de pastos y agua. El asentamiento prosperó en armonía con sus vecinos: los toromaimas, los chagaragotos y los teques.
Probablemente, aquella villa estuvo en el lugar donde hoy se levanta la ciudad de Caracas. Fajardo sería, por tanto, el primer fundador de la actual capital de Venezuela, precursor de la fundación formal que realizaría más tarde Diego de Losada bajo el nombre de Santiago de León de Caracas.
Mientras Fajardo continuaba sus exploraciones, la codicia de los colonos provocó el descontento de los indígenas. Liderados por el cacique Paisana, atacaron la villa y envenenaron sus aguas. Entre las víctimas se encontraba la madre de Fajardo. Al enterarse, regresó para vengarla: arrasó los poblados indígenas, capturó y colgó a Paisana, y luego decidió abandonar la zona. Se frustraba así, por primera vez, su sueño de gobernar la tierra donde había nacido su madre.
Al año siguiente exploró de nuevo las costas, desde la isla de Margarita hasta el valle del río Guaire. Se dice que durante este viaje halló una rica veta de oro en el valle de Maya, lo que desató la codicia de los colonos del Tocuyo. Sin permisos oficiales, fue sometido a juicio, aunque finalmente resultó absuelto. Para entonces, la región estaba alterada por la presencia del infame Lope de Aguirre, apodado el loco, lo que obligó a Fajardo a esperar tiempos más propicios.
Cuando en 1562 regresó al valle de los caracas, descubrió que los nativos preparaban una gran rebelión. Avisó al gobernador y se ofreció como capitán. Aunque libró algunas escaramuzas, se vio forzado a retirarse de nuevo a la isla de Margarita.
Tras la huida de los españoles, la región de los caracas quedó abandonada por un tiempo. En 1564, Fajardo reunió hombres y pertrechos para volver, pero esto despertó la desconfianza del justicia mayor de Cumaná, Alonso Cobos, un viejo conocido que también ambicionaba la región. Con una carta apelando a su antigua amistad, Cobos invitó a Fajardo a cenar en Cumaná. Este, confiado, aceptó. Allí fue detenido y acusado de insurrección. En un juicio precipitado, Fajardo fue condenado y ahorcado en 1564.
Poco después, las tropas leales a Fajardo se vengaron. Al mando de Pedro de Biedma, justicia mayor de Margarita, cruzaron el mar, capturaron a Cobos y lo trasladaron a la isla, donde fue juzgado por la Real Audiencia de Santo Domingo. Condenado a muerte, Alonso Cobos fue ahorcado y descuartizado.
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