Guaiqueríes -Caballeros del mar-
“Estos indios de tan buen natural que no dieron ocasión de guerra ni tampoco la hubo de castigo, no han tenido igual en el tratamiento, honra y libertades en todos los días….han hecho hazañas increíbles y como indios de tan buen valor son libres de todo tributo y servidumbre por concesión real, honrándoles el Rey en sus reales cédulas, donde los llama “mis caballeros guaiqueríes”, honra merecida por su valor y fidelidad, grande, constante y firme…”.
El rey que, en boca de este testimonio histórico, los distinguía de esta manera era Felipe II, pero ya Juana de Castilla y su hijo Carlos I habían tenido noticias de las singulares características de aquellos indígenas cuando, el 18 de mayo de 1525, en la Cédula Real relativa a la concesión otorgada por dos vidas al licenciado Marcelo de Villalobos sobre la Provincia de Margarita, se indicó:
“Y por la intençión de la católica rreina, mi señora, e mia es que los indios naturales de las Indias sean, como lo son libres de tratados e instruidos como nuestros súbditos naturales y vasallos, por la presente vos encargamos y mandamos que los indios que al presente ay y oviere de aquí adelante en dicha isla tengáis mucho cuidado que sean tratados como nuestros vasallos e libres e industriados en las cosas de nuestra fe católica, sobre lo qual vos encargamos la conçiençia, teniendo por çierto que haxiendo lo contrario seremos de vos muy desertivos, e so pena de perdimiento de todos vuestros bienes e de cualesqier merçedes e oficios que denos rengáis en cualquier mera, y mandaremos executar en vuestra persona e biénes las penas en que por ello ovieredes incurrido”.
Cristóbal Colón en 1498, Alonso de Ojeda y Pedro Alonso Niño, poco tiempo después, llegaron a la que el descubridor llamaría ” Tierra de Gracia”: las riberas del ancho río Orinoco, las islas y áreas costeras frente a lo que enseguida sería llamado Puerto de las Perlas, se encontraron con indígenas muy distintos a las tribus caribes que generalmente habitaban en las islas y las costas de la Tierra Firme.
Eran los guaiqueríes o waikeríes. Quienes se encontraron con ellos los describieron como muy altos, de fuerte musculatura, con la tez broceada, rasgos fuertes y pómulos salientes; pero sobre todo fueron descritos como muy hospitalarios y pacíficos, sin que por ello dejaran de ser valientes guerreros.
Su grito de batalla no podía ser más revelador del espíritu que los animaba: ana karina rote aunicon paparoto mantoro itoto manto. “Solo nosotros somos gente, aquí no hay cobardes ni nadie se rinde y esta tierra es nuestra”.
Desde el primer momento vieron a los conquistadores españoles como los aliados necesarios para repeler a unos terribles enemigos que por tiempos inmemoriales los habían asaltado, asesinado e, incluso, devorado: los caribes.
En vista de esta actitud, fueron considerados por los reyes de España como vasallos libres. Nunca fueron sometidos al régimen de la encomienda, ni les exigieron el pago de tributos. Siempre se les tuvo en respetuosa y alta consideración.
Estos aborígenes fueron los primeros pobladores en ubicarse en la Isla Margarita, cuyo nombre originario era Paraguachoa, que probablemente significara “gentes de la mar”; también lo hicieron en sus territorios aledaños.
El estudio científico de esta etnia, ha llevado a los investigadores a concluir que eran el resultado de la mezcla consanguínea entre los Arawaka y los Caribe, llegando a constituir su propia y particular idiosincrasia conformada por un genio cordialmente pacífico con gran apego a su territorio cuya defensa les convertía en excelentes guerreros.
Eran mayormente pescadores, actividad en la que basaban su supervivencia; practicaron también la agricultura, aprovechando la fertilidad de los valles que conformaba su hábitat. Diestros marinos, en sus piraguas, llegaron a alcanzar todas las costas del Oriente y Centro de la actual Venezuela, así como también el río Orinoco, practicando el trueque con otras tribus asentadas a lo largo de la costa y de las islas aledañas.
Eran gobernados por caciques como Charaima que hoy da nombre a una ciudad y también por cacicas, como “Isabel”, madre de uno de los primeros mestizos del Nuevo Mundo, el capitán poblador Francisco Fajardo, verdadero primer fundador de lo que hoy es la ciudad de Caracas.
En la actualidad siguen existiendo grupos aborígenes guaiqueríes en las tierras de Isla Margarita, aunque mermados en número y quizá con alguna mezcla genética debida al mestizaje, como lo es la Comunidad Indígena Francisco Fajardo, localizada en la población de Palguarime, Cruz Grande y El Poblado del municipio autónomo Santiago Mariño del estado Nueva Esparta.
Fuente: Gobierno de la isla Margarita en el siglo XVI –María Luisa Martinez de Salinas-