Real y Supremo Consejo de Indias

Fue la más alta institución de la administración española en América y Filipinas, desde su creación, en 1524, bajo el sistema polisinodial de los Austrias, hasta su supresión en 1834. Llegó a abarcar una compleja pluralidad de competencias que le fueron siendo asignadas durante su existencia.
Antecedentes: El conocido como Consejo de Indias, se formó como una sección dentro del Consejo de Castilla hasta que adquirió entidad propia. El Consejo de Castilla fue el principal centro de poder de la estructura de gobierno de la Monarquía Hispánica durante la Edad Moderna, estaba compuesto por varios consejos. Algunos autores piensan que, antes de que el Consejo de Castilla fuera fundado por el rey Juan I de Castilla en 1385, tuvo sus antecedentes en el Consejo Real de Fernando III, el Santo, quien nombró a 12 juristas para que le aconsejaran en materia de justicia.
Tras el descubrimiento del Nuevo Mundo, Isabel I de Castilla, en 1493, nombró a Juan Rodríguez de Fonseca para que supervisara lo que ocurría al otro lado del Atlántico. Fonseca cumplió admirablemente su exigente papel, y este fue el sistema de supervisión utilizado hasta su muerte en 1524. En ese año, la Corona española estaba en manos de Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, quien, dada la magnitud que iban tomando la expansión por los nuevos territorios, se dio cuenta de que era un trabajo que necesitaba una institución con poderes formales de gobierno. Razón por la cual, en agosto de 1524 se creó el Consejo de Indias. García de Loaysa y Mendoza, obispo y confesor de Carlos V, fue nombrado primer presidente, al tiempo que se designan los primeros consejeros y a los oficiales de secretaría quedando dotado de jurisdicción propia.
Las principales funciones del Consejo de Indias eran asesorar al rey en todos los asuntos relacionados con el gobierno colonial, legislar sobre las colonias, administrar justicia, controlar el comercio y la defensa, y supervisar la administración de los virreinatos. Actuaba también como un tribunal supremo para las colonias, con competencia tanto en lo civil como en lo criminal.

Evolución
Durante el siglo XVI, el Consejo de Indias experimentó una gran expansión en sus competencias. A partir de 1543, con las ordenanzas de su organización, el Consejo adquirió una mayor estructura y formalidad. Fue en este siglo cuando se consolidaron sus funciones legislativas, judiciales y administrativas. En 1571, se promulgó una nueva normativa con motivo de la visita de Juan de Ovando, lo que llevó a la redacción de las Recopilaciones de Leyes de los Reinos de Indias (1680) y el Código de Leyes de Indias (1792), que establecieron el marco legal de las colonias. En esta época, el Consejo de Indias era considerado la máxima instancia de poder y autoridad sobre las colonias americanas. Además de sus funciones políticas y judiciales, se encargaba de la organización militar y la defensa de las costas coloniales. Junto con la Casa de la Contratación, también jugaba un papel central en la gestión de los flujos comerciales entre España y las Indias.
Cambio de dinastía y Reforma del Consejo de indias en el Siglo XVIII
A partir del siglo XVIII, con la llegada de la dinastía borbónica al trono de España, el Consejo de Indias comenzó a perder poder. En 1700, bajo el reinado de Felipe V, se creó la Secretaría de Estado y Despacho de Indias, lo que redujo la influencia del Consejo en asuntos políticos y administrativos. Las reformas borbónicas buscaron una mayor especialización en la administración, lo que llevó a la creación de nuevas entidades y a la reforma del propio Consejo. A medida que avanzaba el siglo XVIII, el Consejo de Indias fue perdiendo competencias políticas, comerciales y militares, quedándose únicamente con la función de tribunal supremo de justicia para América. Esta pérdida de poder culminó con su desaparición definitiva en 1834, después de varias restauraciones y reformas.