Martín Fernández de Enciso -Geográfo-
Antonio de Herrera, en la primera de sus Décadas, habla por primera vez del bachiller Fernández Enciso en donde manifiesta su estima por el personaje. Otros autores y viajeros posteriores no escatiman elogios al afirmar que es el primer español que coordina los elementos de la ciencia hidrográfica en un tratado metódico del arte de la navegación.
La importancia de la obra de Fernández de Enciso, «Suma de Geográphia», radica en que fue la primera obra geográfica de carácter general, publicada a principio del siglo XVI, que abarcó el Viejo y Nuevo mundo.
Según reza en la propia presentación de la obra: La Suma de Geográphia que trata de todas las partidas e provincias del mundo, en especial de las indias. E trata largamente del arte de marear juntamente con la espera en romance, con el regimiento del sol y del Norte. Agora nuevamente emendada de algunos defectos que tenía en la impressión passada
El trabajo cosmográfico de Martín Fernández de Enciso es principalmente ptolemaica, es decir, basada en los antiguos «climas» o zonas latitudinales, y en los «periplos». Pero con un verdadero espíritu renacentista, hace hincapié, no solo en la autoridad de los antiguos, sino también en «la experiencia de nuestros tiempos, que es madre de todas las cosas».
Dado que el estudio se concibió para navegantes prácticos, la descripción se refiere principalmente a las costas «por derrotas y alturas, nombrando los cabos de las tierras y el altura y grados en que cada uno esté».
En lo que a España se refiere, Enciso fue el primer geógrafo castellano en abandonar las descripciones tradicionales de «mayor» y «menor» (menor, con referencia a las áreas hispanizadas al norte de los Pirineos), de inspiración vagamente romana o visigoda, reemplazando esta imagen por otra basada en la realidad geográfica, considerando los Pirineos como frontera. Se apartó también de la división romana del país en tres provincias, dividiéndolas en seis que estaban basadas, no en criterios políticos, sino hidrográficos: la del Ebro (Aragón, Navarra, Cantabria), la del Duero (Castilla), del Marín (Galicia), del Tajo (Toledo y casi todo Portugal), del Guadalquivir (Andalucía) y del Guadiana (Extremadura). Aunque este esquema tenía antecedentes clásicos, resultó novedosa en el contexto de la geografía del siglo XVI.
La Suma debía ir acompañada por un mapamundi: nunca se publicó, probablemente para evitar
repercusiones políticas en la continua disputa de las zonas limítrofes con Portugal.
El mapa debería haber representado el mundo en cuatro partes, formadas por el ecuador y el meridiano que pasa por la isla de Hierro, que hubiera tenido un trazado de paralelos, con líneas equidistantes.
Fuente: Universidad de Salamanca Dicter.usal.es
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