Cuarto viaje de Colón
Pasado el peligro, Cristóbal Colón pudo zarpar el 14 de julio en dirección a las tierras continentales. Se dirigieron a Jamaica para reabastecerse y, más tarde, a la costa de Cuba para luego dirigirse al oeste, hacia las aguas del Caribe que todavía no habían sido exploradas.
A finales de ese mismo mes, fondeaban en Punta Caxinas (Honduras). Desde aquí, con enormes dificultades por el viento en contra, siguieron costeando en dirección Este hasta alcanzar un punto en que el litoral giraba bruscamente hacia el sur y que llamaron cabo de Gracias a Dios.
Cuenta Hernando Colón, hijo del almirante, que al doblar un cabo de perfiles muy pronunciados, la tormenta huracanada que había maltratado las tres carabelas durante dos semanas se calmó, la frase que su padre escribió en su diario fue «Gracias a Dios que al fin salimos de esas honduras»
Con condiciones más favorables, los meses siguientes recorrieron las costas del continente, en donde los nativos hablaban de un inmenso canal de agua, tierra adentro. Lo buscaron, siguiendo un canal hacia el interior, pensando que encontrarían una salida, pero el canal terminaba abruptamente. Los aborígenes les hablaron de una ruta terrestre de nueve días a través de las montañas que llevaba a un océano diferente. Colón comenzó la ruta, prácticamente en la misma zona en donde siglos más tarde se construirá el canal de Panamá. Al fin, decidió no continuar por ahí al considerar que era demasiado arriesgado y porque él deseaba encontrar una ruta estrictamente marítima.
De haber continuado, la expedición habría llevado a sus hombres a ser los primeros españoles en avistar el océano Pacífico.
Volvieron hacia la costa para seguir explorando, habían abandonado la búsqueda del paso occidental e intentaron un asentamiento; en un principio trabaron amistad con los nativos llamados guaimíes, quienes más tarde se sentirían atacados y lucharían hasta que los españoles abandonaron la zona. El 16 de abril de 1503, emprendieron el regreso a España.
El camino de vuelta también estuvo lleno de dificultades. Solo quedaban dos navíos de la expedición y con ellos, afectados por la broma, llegaron a Jamaica el 24 de junio. Pero allí los expedicionarios se encontraron naufragados en una isla sin colonizar. Montaron un campamento y Diego Méndez fue el encargado de llegar en canoa hasta La Española para pedir auxilio. Colón le entregó a Méndez una carta de temática mística y religiosa dirigida a los Reyes Católicos, fechada el 7 de julio de 1503, que será conocida como Carta de Jamaica o Lettera Rarissima, al ser traducida al italiano.
El 29 de junio apareció por fin en la isla una carabela enviada por Diego Méndez. En este momento quedaban 110 miembros de la expedición vivos que tardaron, debido a los fuertes vientos, 45 días en llegar a La Española, siendo este un viaje que Diego Méndez había hecho en cuatro días en una canoa. De los 110 miembros de la expedición regresaron 72 a España, 38 hombres se quedaron en La Española.
El 11 de septiembre de 1504 Cristóbal Colón y su hijo Hernando se embarcaron en una carabela como pasajeros y llegaron a Sanlúcar de Barrameda el 7 de noviembre. Desde allí viajaron hasta Sevilla, en donde, la enfermedad retuvo a Colón postrado en cama. No obstante, pudo acabar de redactar su Libro de las Profecías y escribir varias cartas donde se interesaba por los asuntos de la corte.
El 26 de noviembre falleció la reina Isabel. A finales de mayo de 1505, Colón partió a la corte itinerante del rey, ahora regente, Fernando el Católico, que en ese momento se encontraba en Segovia. El cabildo sevillano le ofreció unas valiosas andas para desplazarse.
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