Los hermanos Niño -Protagonistas de excepción-
Una de las tres naves del viaje de Descubrimiento, “La Niña”, debe su nombre al hecho de ser propiedad de la familia Niño, asentada en el pueblo onubense de Moguer donde todos sus miembros eran conocidos por su larga tradición marinera.
El iniciador de la saga de los Niño, fue Alfón Pérez Niño, quien tuvo cinco hijos; cuatro de ellos varones, dedicados todos a la mar, y una mujer de la que nada se sabe.
Juan Niño, el mayor de los hermanos, había mandado construir en los astilleros de Moguer una nave a la que llamó la Santa Clara, que más tarde pasaría a la historia como la carabela La Niña. Junto a sus tres hermanos, debió ser convencido por los Pinzón para que se embarcara en la aventura propuesta por Colón, y así lo hicieron. Juan, en el viaje de Descubrimiento, viajó como maestre de su propia nave. Se sabe que, a su llegada a la península, tras el azaroso viaje de regreso, participó del recibimiento que los reyes católicos brindaron a los expedicionarios en Barcelona.
Volvió al Nuevo Mundo en el segundo y tercer viaje y más tarde acompañaría a su hermano Pedro Alonso Niño a las costas del Golfo de Paria. Desde 1514 ostentó el cargo de piloto real y continuó participando en viajes transatlánticos hasta que murió en las Indias entre los años 1518 y 1520.
Pedro Alonso Niño, era conocido como Peralonso. Desde muy joven se formó navegando con su familia por las costas de África. En el viaje de Descubrimiento sería el piloto de la nao capitana, la Santa María, bajo el mando de Cristóbal Colón. Desde entonces, además de participar en le segundo viaje colombino, se sabe que estuvo alistado para el tercer viaje, pero finalmente no pudo realizarlo. Más tarde, cuando empezaron a llegar noticias de la existencia de Tierra Firme, realizaría una serie de navegaciones entre la península y las nuevas tierras descubiertas, para lo que había sido nombrado Piloto Mayor Real de Indias.
En 1499 se asoció de manera privada con Luis Guerra, un comerciante fabricante de bizcochos para los viajes de ultramar, quien le impuso a su sobrino Cristóbal Guerra como capitán de la expedición. Con él navegaría hasta las costas del golfo de Paria, siguiendo la ruta emprendida por Ojeda, iniciador de los Viajes Menores. En Paria, la isla Margarita y parte de las costas de Cumaná hicieron acopio de gran cantidad de perlas.
“Cargaron perlas como si fuera paja”.
Pedro Mártir de Anglería
En esta expedición se descubrió la punta de Araya con sus importantes salinas, que resultarían de gran utilidad para el poblamiento posterior de aquellas tierras. Tras este viaje, del que recalaron en las costas gallegas, en el puerto de Bayona, por un problema con el cargamento no declarado a su llegada a la península, fue detenido, juzgado y hallado inocente.
Al haber perdido el favor real, se refugió en su tierra hasta que, de nuevo, se embarca como piloto en una de las naves que trasladaba hasta la isla de La Española, al que fue nombrado gobernador, Nicolás de Ovando. Al regreso a la península de ese viaje en la nao Santa María la Antigua, con Francisco de Bobadilla a bordo, un huracán destruyó la flota, muriendo en 1502.
Francisco Niño era el tercero de los hermanos. Fue como marinero en el viaje de Descubrimiento, más tarde lo haría como piloto de la carabela La Niña en el segundo viaje colombino y realizaría alguna otra expedición. Se sabe de él que, años más tarde, viajó como piloto de la carabela Santa Cruz en la expedición de Pedro Fernández Coronel.
Arraigando en el Nuevo Mundo, falleció siendo alcalde mayor en el Puerto de Caballos, ubicado en la actual costa de Honduras.
Cristóbal Niño, el más pequeño de los hermanos, de quien no se sabe si estaba a bordo de las naves del Descubrimiento, algunos investigadores afirman que fue muy probable; sin embargo, nada cierto consta para afirmar que estuviera a bordo. Si se sabe que fue maestre de una de las carabelas en el segundo viaje colombino. Más tarde viajaría con su hermano Peralonso a las costas de Paria.
Tras los primeros hermanos Niño, la larga saga de navegantes continuó con sus descendientes. Hijos y nietos siguieron atravesando el Atlántico; como descubridores y pobladores arraigaron en el Nuevo Mundo y su estirpe aún continúa viva en las tierras de la actual América.
Lecturas recomendadas
