Alonso Álvarez de Pineda -El golfo de México-
Álvarez de Pineda está considerado como el primer explorador y cartógrafo del golfo de México, así como el primer explorador de Texas.
Alonso Álvarez de Pineda nació en Aldeacentenera, Cáceres, en 1494. Se ignora cuando llegó a las Indias, pero en 1519, Francisco de Garay, por aquel entonces gobernador de Jamaica, le puso al frente de un viaje de exploración a las costas del golfo de México. Partió desde Jamaica a finales de marzo de ese mismo año con una expedición compuesta por cuatro navíos, en los que embarcaron unos doscientos setenta hombres. Debían explorar y cartografiar la zona comprendida entre el sur del golfo y los territorios de La Florida, descubiertos seis años antes por Juan Ponce de León, y averiguar si se hallaba allí un paso que comunicara el océano Atlántico con el Pacífico, el que años después sería denominado, en recuerdo del libro de las Maravillas de Marco Polo, estrecho de Anián.
Otro de los fines que perseguía Garay era asegurar para su gobernación los territorios del noreste del golfo contra los propósitos expansivos de Hernán Cortés.
En el viaje, Álvarez de Pineda costeó La Florida y entró en la bahía de Corpus Christi, actual estado de Texas, tomando posesión de ella en nombre de la Corona de España y fundando una ciudad. Llegó hasta el río Bravo, al que llamó río de las Palmas, y el 2 de junio de 1519 avistó la desembocadura del río Misisippi, al que puso el nombre de río del Espíritu Santo por la festividad del día. Después, puso rumbo al Sur, hasta llegar a Veracruz, en agosto de 1519.
Al llegar allí, se encontraron con los hombres de Hernán Cortés, disponiéndose a marchar a la conquista del imperio mexica. En cuanto los hombres de Garay desembarcaron, los soldados de Cortés cayeron sobre ellos capturando a la mayoría. Pineda, que llevaba instrucciones de interceptar a Hernán Cortés, consiguió escapar navegando por el golfo de México y yendo hacia el Norte durante cuarenta días hasta alcanzar la desembocadura del río Grande. Desde allí puso rumbo a Jamaica, viendo así frustradas sus intenciones de trazar una frontera entre las tierras exploradas en nombre de Garay y las que Cortés reclamaba como suyas.
El resultado de su viaje fue el reconocimiento detallado de las costas del golfo de México, más de ochocientas millas, desde Florida hasta Veracruz, y el trazado de cartas geográficas de toda la zona explorada, a la que puso el nombre de Amichel.
Al mismo tiempo, demostró que La Florida no era una isla, como se creía desde que así lo afirmara Ponce de León al descubrirla.
Basándose en el reconocimiento efectuado por Álvarez de Pineda, en junio de 1521, el gobernador Francisco de Garay obtuvo la aprobación de la Corona de España para colonizar en calidad de adelantado del área cartografiada.
Poco tiempo después, Álvarez de Pineda, al frente de una nueva flota compuesta por tres barcos, ciento cincuenta hombres, siete caballos, algunas armas, cañones y material para la construcción de una fortaleza partió de nuevo hacia México y viajó a la región de Pánuco para establecer allí una colonia.
Comenzaron a levantarse las edificaciones, pero los desmanes cometidos por los españoles ocasionaron el ataque de los indios huastecos que los derrotaron y obligaron a reembarcar. Uno de los navíos se hundió, posiblemente Álvarez de Pineda murió entre otros muchos de los expedicionarios. Los supervivientes, unos sesenta, capitaneados por Diego de Camargo, pusieron rumbo a Veracruz y desde allí se dirigieron a Tepeaca para unirse a las huestes de Cortés que, expulsadas de México, preparaban su asalto final.
Aunque se ha especulado con la idea de que Álvarez de Pineda pudo haber regresado a Jamaica, no hay pruebas de ello, por lo que la opinión más comúnmente admitida es que murió en Pánuco en 1520.