Acla – Muerte de Nuñez de Balboa –
La ciudad desaparecida de Acla ha pasado a la historia por ser el lugar en el que, por orden del gobernador de Castilla del Oro, Pedro Arias Dávila, fue ajusticiado y ejecutado Vasco Núñez de Balboa en el año 1519.
Pero la historia de Acla, no deja de ser interesante pues, a fines de 1516, Núñez de Balboa organizó en ella la Compañía de la Mar del Sur, con aportaciones de accionistas de Santa María la Antigua. Consiguieron un plazo para construir un astillero y allí se fueron haciendo con sus propias manos las piezas necesarias para ensamblar varios bergantines que pensaban botar para encarar el océano Pacífico.
En 1517, Francisco de Compañón, enviado por Balboa, marchaba hacia la costa del nuevo mar, con el encargo de escoger el sitio apropiado donde construir el astillero que necesitaban. El lugar elegido estaba junto al río de las Balsas (posiblemente el río Chucunaque). En agosto de ese mismo año, se empezaron a trasladar las piezas de los bergantines y todo el material necesario. Los españoles trabajaron en cuadrillas que se ocupaban de cortar árboles, construir las naves, recoger víveres y en abrir un buen camino a Acla.
Cuando estaba todo listo para la botadura, sobrevino una riada que arrasó todo. Balboa convocó el Consejo de la Compañía y acordaron seguir adelante. Botaron los bergantines, que se hundieron de inmediato a causa de la broma, volvieron a reflotarlos y Balboa se embarcó en uno de ellos hasta llegar a una de las islas de las Perlas.
Insistieron en su empeño, construyendo dos nuevas naves con las que navegaron hacia el sur -más tarde esa sería la ruta al Perú-, hasta alcanzar un puerto que llamó Puerto Peñas, donde creyeron que estaba lleno de arrecifes; sin embargo, se trataba de ballenas; Pizarro lo llamaría años después Puerto Piñas. Desde allí regresaron a Chochama y al golfo de San Miguel. Balboa, envió entonces a Valderrábano a Santa María la Antigua para que insistiese ante Pedrarias en la solicitud de una prórroga en el plazo que se les había concedido para continuar con su obra náutica.
La noticia que trajo Valderrábano desde Santa Maria fue que el Rey había sustituido a Pedrarias por un nuevo gobernador llamado Lope de Sosa y que su llegada estaba próxima a producirse.
Surgió entonces la “traición” de Balboa, que le costó la vida.
En versión de Fernández de Oviedo, que vio el expediente de su juicio, Balboa se precipitó ante la noticia de la llegada del nuevo gobernador, pensando que este le iba a prohibir realizar descubrimientos en la Mar del Sur y decidió fundar una población en la costa del Pacífico, exactamente en Chepavare, en el camino de Chepo a Panamá, para salir desde allí al océano con dirección sur, donde los indios decían que había muchas riquezas (el Perú).
Uno de los hombres que trabajaba con Balboa tuvo la mala fortuna de ser detenido por un centinela al llegar a Acla y fue conducido a presencia de Francisco Benítez, que le hizo confesar todo el plan, comunicándolo de inmediato a Pedrarias, quien mandó encarcelar a Balboa de inmediato.
Iniciado el proceso, testimoniaron todos los enemigos de Balboa. Pedrarias añadió al expediente sus pesquisas secretas e infinidad de acusaciones, como haberle dado informes falsos sobre los indios para que fracasara en sus entradas, haber maltratado a los indios contra sus instrucciones, haber actuado malintencionadamente contra Alonso Ojeda y Diego de Nicuesa y, sobre todo, haber urdido un plan para proclamarse independiente en la Mar del Sur. Pedrárias negó la apelación y le condenó a muerte.
El cadalso fue levantado en la plaza mayor de Acla donde la sentencia fue ejecutada un día desconocido entre el 13 al 21 de enero de 1519. Junto a Balboa fueron ajusticiados: Fernando de Arguello, Luis Botello, Hernández Muñoz y Andrés Valderrábano.
Antes de que le cortaran la cabeza, Balboa tomó la palabra y dijo a los presentes que todo era una falsedad y que jamás había traicionado al Rey.
.De los cronistas que contaron el suceso, Bartolomé de las Casas, Mártir de Anglería, el más valioso es el relato de Fernández de Oviedo, quien fue testigo del suceso, y afirmaba que:
“E desde una casa que estaba diez o doce pasos de donde los
degollaban (como carneros, uno a par de otro) estaba Pedrárias mirándolos por entre
las cañas de la pared de una casa o bohío”.
Otras entradas de Núñez de Balboa:
Núñez de Balboa -El Mar del Sur-
Núñez de Balboa – De polizón a Gobernador-
Santa Maria la Antigua del Darién
Fuentes:
Un nuevo océano para los reyes de España
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