Yurbaco -indios flecheros-
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Los Yurbaco -Indios flecheros-

Los indios del poblado de Turbaco estarán siempre unidos a la muerte del navegante que dio forma al primer mapa del mundo, era, Juan de la Cosa. Este se oponía al asentamiento en aquel lugar por conocer lo poco amigables que eran sus habitantes. Sin embargo, pudo ser el enclave privilegiado de la zona como punto de observación de la costa atlántica, lo que decidió la elección de ese poblado para el inicio de la conquista.

Los Yurbaco -Indios flecheros-
Recreación de la muerte de Juan de la Cosa

Cuando los españoles llegaron a las costa del mar Caribe, a comienzo del siglo XVI, encontraron un sin número de pueblos indígenas, tanto en las islas como en lo que llamaron Tierra Firme.

Uno de los primeros intentos de realizar asentamientos en las tierras continentales fue protagonizado por Alonso de Ojeda y sus hombres, que en las costas de la Bahía del Calamar, la actual costa colombiana, donde se encontraron con gentes que vivían en torno al pueblo de Turbaco. Nombre que, al parecer, procede de la denominación del cacique “Yurbaco”, en torno a quien se aglutinaba una tribu hegemónica entre sus vecinos a los que dominaban.

Tenían como característica ser poco amistosos, y muy diestros en la guerra, usaban flechas envenenadas para la defensa de sus enemigos y la caza de animales, cuyas puntas emponzoñaban con el curaré, extraído de la planta Maracure.

Martín Fernández de Enciso, protagonista también de aquellas primeras 
incursiones, nos dice acerca del pueblo de Turbaco: 
“son belicosos y usan arcos y flechas; tiran todas las 
flechas con hierva de la mala". 

Uno de los primeros estudiosos de las tribus indígenas del Caribe Colombiano fue Diego de Peredo, quien, en el año de 1767, llegó a Cartagena de Indías como obispo de la diócesis y escribió la “Noticia Historial de la Provincia de Cartagena de las Indias”; la obra constituye uno de los primeros documentos histórico geográficos de aquella zona, en donde habla de los Yurbaco y destaca alguna de sus costumbres.

Más tarde, los restos hallados en tumbas de la zona han permitido sacar conclusiones en cuanto a quiénes eran, de dónde procedían y como vivían:

Al parecer, ya en el siglo XV, los Turbaco poseían en aquella región un asentamiento indígena, formado por descendientes de los indios Caribe; este asentamiento pudo haber empezado a producirse en torno al año 1407.
Trabajaban la agricultura, con el cultivo del frijol, maíz, yuca, la calabaza, a la que llaman ahuyama, algodón y tabaco. Las labores del trabajo en la vida cotidiana se dividían entre: los hombres dedicados a la caza y las mujeres a la recolección de frutos, miel e insectos comestibles. El fuego era empleado para preparar las comidas asadas o ahumadas, también fabricaban ollas de barro cocido, utensilios y armas de piedras y de huesos que utilizaban en la guerra, en la caza y en el despellejado de los animales.
Estaban gobernados por un “Cacique Principal” quien, a su muerte, era enterrado con todas sus pertenencias, ropas, armas y joyas y con sus mujeres vivas, para evitar su reencarnación; por debajo en la escala social estaban los caciques menores, los guerreros, los chamanes, los comerciantes y el común de la gente.

A los españoles les costó muchas vidas y más de 20 años poder incorporarlos al sistema económico, político y cultural occidental.

 


 

 

 

 

 

 

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